La vida artística de Ana comenzó, casi sin darse cuenta a sus 7 años edad, cuando como una forma de juego quiso asistir a un taller de cerámica donde realizó varias piezas y comenzó a dmostrar su creatividad y a expresar sus emociones.
Su pasión por el arte y la incesante búsqueda de consolidar su vocación, inevitablemente guiaron sus pasos para descubrir, a través de sus obras, las mejores formas de reflejar lo que sucede en su interior. Así, con esfuerzo, empezó a cimentar una vida profesional en la cual transita de la inspiración a la creatividad y al diseño como resultado de su profundo deseo de dejar evidencia de variadas emociones.
Ana realiza cada obra desde el comienzo hasta el fin. Disfruta cada paso requerido por su obra. Trabaja el boceto con exigencia, realiza el molde que recibirá las diferentes coladas del material y las inclusiones de vidrios. Luego, llegará el momento de utilizar diferentes máquinas eléctricas para cuyo uso tuvo que adiestrarse. Amoladoras, taladros, lijadoras eléctricas, pulidoras, soldadoras. Después pasa nuevamente a lo manual, usando cinceles y lija de papel. Cada paso tiene para ella un encanto especial. Se deleita transitando por el proceso. Por eso, el gran esfuerzo físico que demandan las diferentes etapas se olvida en el camino.
Ya siendo escultora, luego de años de modelar el barro, hacer moldes de yeso y trabajar la resina con cargas de diferentes metales, comenzó a experimentar con cargas de aluminio y partes transparentes llegando a la definición de su obra actual: TRANSPARENCIAS EN RESINA
La resina es un material difícil, pero noble al ser trabajada. Puede estallar en el proceso de solidificación, llevándose horas de trabajo dedicado a la materalización del boceto. Ana halla su nobleza y potencial en los desafíos que enfrenta hasta llegar al final de una obra.
Desde el año 2003, organiza su trabajo en diferentes series: “Geometrías”, “El Universo y lo Invisible”, “Naturaleza”, y su actual trabajo “ESTALLIDO EMOCIONAL“.
Si hubiera que definir de alguna manera su arte, sería de la siguiente manera: piezas geométricas de colores puros e intensos, márgenes y formas impecables. Con la última serie, expresa las transformaciones que se han ido gestando a través de los años. Y con su incesante pasión y desafío hace pensar que nos pueda sorprender con nuevas series que continúen mostrando sus sensaciones y maneras de atravesar diferentes períodos de la vida.
Su naturaleza inquieta la lleva a estar siempre en la búsqueda de nuevos desafíos. Este deseo de investigar y experimentar, la condujo en el 2015 a ampliar las posibilidad expresivas de la escultura, expandiendo a la pintura los logros obtenidos en el manejo de las técnicas escultóricas, en cuales ha logrado una especial maestría.
En el proceso de creación de sus pinturas, Ana sólo planifica el diseño de sus bastidores, los cuales elabora ella misma en MDF. A partir de ahí se permite liberarse de toda atadura formal y juega con los acrílicos, dejando de lado la perfección. También pinta en paños de tela y placas de acero inoxidable, donde ella vuelve a buscar la perfección.
A fines del 2016, Ana nos sorprendió con una muestra en el MACBA, Museo de Arte Contemporáneo en Buenos Aires donde presentó una selección de sus series escultóricas y pictóricas que dialogaron entre sí en el espacio expositivo.
A principios de 2020, el Museum of the Americas la sorprende con el "Artist Certificate" donde es reconocida como "Fine Artist".
A lo largo de su carrera artística, Ana Giovinazzo ha expuesto su obra en Brasil, Uruguay, los Estados Unidos, el Principado de Mónaco, Italia, Francia, Inglaterra, Holanda, España y Argentina, su país natal. En Buenos Aires ha participado en exhibiciones en el Centro Cultural Borges, Centro Cultural Recoleta, el MACBA, así como en las ferias arteBA y Expotrastiendas.